domingo, 24 de febrero de 2008

Robo (2)

Esto fue lo que encontre en aquel bolsillo, si, lamentablemente tuve que sustraer el cuaderno de notas del bolsillo de aquel triste escritor, pero son solo unas ojas, aun no puedo desifrar el resto, parece que no tiene hilo alguno, pero debe tenerlo, los escritores siempre llevan un hilo en sus historias, supongo que esta es la primera parte.

"No se muy bien como relatarles esta historia, soy solo un heraldo, un merolico de historias y placeres, pero esta historia tiene dos partes, una en vida y otra en muerte, concentrémonos en la muerte, que de la vida no hay mucho que decir, solo esto.

Hija de padres normales, campesinos, trabajadores con su propia granja, tenían un par de hijos, un varón que era el mayor y la niña que era la menor, el chico llego a vivir hasta los diez anos, ano en el cual, una epidemia, aquella temida peste negra, les alcanzo, solo quedaron vivas las dos mujeres de aquella familia de personas trabajadoras, huérfana de padre, la chica… a pero cual es el nombre de la pequeña damita, porque lo era, refinada y sensual, su madre le enseñaba los modales de la corte, aquella pequeña niña se llama, o se llamaba Sophie…

Sophie murió una noche de agosto, o tal vez eso le hubiera gustado, ya tenia cerca de 20 anos, ya habría de tener marido e hijos, pero la suerte no le sonreía en ese aspecto, los hombres que conocía no le llenaban y al no tener padre no había quien le prometiera a un hombre, así murió, soltera y cuidando de su anciana madre.

La muerte de Sophie sucedió de la siguiente manera:

“La chica, como muchas veces iba a bañarse en la mitad de la noche a un lago cercano, propiedad suya ya que estaba dentro de las tierras de su padre, se desnudo como siempre para meterse al agua tibia, ya que era área volcánica, las aguas se mantenían templadas la mayor parte del ano, así desnuda se metió al agua, sin percatarse de las sombras que merodeaba por ahí, una de esas sombras, un hombre pálido como la luna, se acerco a la orilla del lago, tomando las ropas de la mujer, las desgarro, el sonido de la tela alerto a Sophie, que girándose a ver la procedencia del sonido, sus ojos dibujaron el horror de ver a un hombre destrozar sus ropas, se sintió desnuda y expuesta aun dentro de las aguas, aquel hombre se oculto de nuevo entre los árboles, aquel movimiento solo duro un parpadeo, la chica no le vio mas, por un momento creyó que todo fue una ilusión, así que termino de asearse cuando salio de las aguas para ponerse las ropas, las tomo, su piel se erizo al comprobar que estaban destrozadas, miro a los alrededores asustada, no encontró a nadie, abrazo las ropas inservibles, antes de caminar con cautela, desnuda y perlada de agua por el camino que había recorrido un sin fin de veces, pero como aquellas veces, no llego a su hogar”

- Bella, muy bella- Sonaba una voz aguda, proveniente de algún árbol, esto hizo que la chica mirara en todas direcciones, tratando de localizar a quien hablaba sin éxito alguno.

- Quien… quien… anda ahí- balbuceo la voz asustada de la chica, que después se recompuso, irguiéndose, mirando a las sombras – Quien anda ahí?-

No se escuchaba nada, solamente ante ella, como si por arte de magia se hubiera tratado, estaba aquel hombre, el hombre pálido como la luna que creyó ver antes, este sonrió con algo de cinismo, mirando descarado lo que se podría ver del cuerpo femenino, su forma escandalosa de vestir, era alguna marca personal, aquel era un bruja, así, sin darle tiempo, tomo a la chica en sus manos, desgarrándola por completo, cunado estaba, tirada en el suelo, manchada en su propia sangre pugnaba por vivir, el cainita se arrodillo a ella, no había mayor dulzura en su trato.

- vivirás – susurro el hombre antes de hacer una hendidura en su piel con una una, así, la chica bebió del antebrazo de el, hubiera sido mejor morir…

Así empezó la vida de Sophie, o mas bien, la no-vida, no tuvo nunca un sire, era rebelde como la sangre que corría ahora por sus venas, mas la elegancia y seducción que le inculco su madre persistía, por suerte para ella, no había tenido sire… aunque la sed le hizo cobrar su primera victima… su madre."

Esto fue lo que saque en claro, despues tal vez les cuente como hice para sacar el cuaderno de su bolsillo, pero ahora me tiene mas ocupado, tratando de descubrir el resto de la historia

miércoles, 20 de febrero de 2008

Robo (1)

les contare una historia, mas no se como comenzar, como decirles lo que les quiero decir, pero lo intentare de la mejor manera que se me ocurre.

Es la historia de un hombre, como era este hombre, poco importa, pero se los dire, su altura era cercana a los dos metros, faltandole 15 cm. para alcanzar aquella altura, cabello negro corto, tez morena, su cuerpo atletico y delgado contenia una fuerza que sus musculos no delataban, su mirada marron tan profunda coo los desiertos que vieron nacer a sus antepasados.

que a pasado con este hombre?, que es importante de relatar sobre el?, no mucho, solo decirles que este hombre da vida a unas letras en un cuaderno, sentado en la esquina de un parque, escribe garabatos, curiosidades, lamentablemente no me deja ver lo que escribe, pero le arrancare esa historia, se la arrancare auqnue me cueste la vida, que su apariencia digna y orgullosa embutida siempre en sus letras negras, me hacen pensar que escribe algo interesante, mas eso lo descubrire pronto, que les compartire lo que el escribe

Desolacion

Hace ya bastante tiempo sin escribir nada, solo un patetico borraor de una novela en un programa de office, que se puede hacer, es al bitacora de un triste escritor, que ha dejado de escribir... o eso parece.

No se le da promocion a este bolg, no se dice nada sobre la existencia de estas palabras, no se si alguien las lea, pero por si exista un incauto que lo haga... le escribire cada semana, es una promesa.