lunes, 9 de marzo de 2009

Historia de amor (9)

Ese viernes Javier llego una media hora tarde a la guardia, había pasado la tarde con su mujer y claro, prefería estar con ella que llegar a la guardia y al estrés que esta acarrea, apenas tuvo tiempo de ducharse antes de irse, aunque la motocicleta arreglaba eso, secando el cabello, solo se notaba despeinado cuando bajo de ella, checando su entrada en la central, fue a peinar un poco su cabello, apenas saludo a nadie, solo lo estrictamente necesario, superiores y ya, nadie mas ya en el cuarto de descanso, peinado y acicalado se encontró con uno de sus compañeros, saludándolo efusivamente, el apretón de manos y el abrazo de siempre, aunque su compañero miro el reloj del muro, y después una mirada interrogante a Blood.

-A que se debe esta impuntualidad.- esa afirmación mas que pregunta arranco una media sonrisa de su compañero, que solamente termino por sonreír.

-Me caso, solo eso.- Una carcajada por parte del conocido como Amaro fue la respuesta.

-Nunca has sido buen bromista Blood.- Dice dándole una palmada al hombro.

-Y tu nunca sabes cuando hablo en serio.- El rostro de Javier sigue sonriente, mirando a su amigo, a su único amigo. –Estaba por pedirte ser el padrino de la boda, pero ya que no me crees…-

-Vaya, eso es una sorpresa y claro cuenta con migo.-

-Mas te vale.- Dice golpeándole el hombro divertido y saliendo del lugar. – Vamos a la unidad, tengo ganas de algunos muertos.-

-Me pregunto por que te dirán Blood.- Dice su compañero con ironía, y claro, aun no termina por creer aquello.


Ambos subieron a su unidad, donde ya les esperaba Kael con un cigarrillo en la boca y en el asiento del piloto, es curioso como entre ellos siempre que están en servicio se llaman por sus sobrenombres, sin prestar atención a sus verdaderos nombres, será porque los tres son ahí algo que no son todo el tiempo, aquí son héroes y bandidos, depende de cómo se los vea, el resto del tiempo son personas normales.

-Apágalo ya Kael.-

-Déjalo Amaro.- al escuchar aquello ambos miraron sorprendidos a Blood que ya subía en el asiento del copiloto.

-Que diablos has dicho?- Pregunto un sorprendido Kael.

-Escuchaste bien.- Fue la seca respuesta, pero en la parte posterior Amaro ya se reía, haciendo que este le buscara con la mirada.

-Pero que le has hecho tú a este.-

-Yo nada, su caliente enfermera.

-Amaro… - Aquello fue una clara advertencia por parte de Blood, no le gustaban los apelativos, mas cuando desconocían la naturaleza de su chica.

-De acuerdo, su prometida.- Kael aunque no quería, lanzo el cigarrillo por la ventana abierta, mirando a Blood con una mueca de asombro, sorpresa, una mezcla que ni el mismo podría descifrar.

-Noooo, dime que me esta bromeando.- Por única respuesta obtuvo una mirada seria de Blood, lo cual le arranco una carcajada.- Por dios, esa niña debe de estar loca por aceptarte.- Amaro rio junto con Kael por aquello, pero el novio, solamente se quedo callado mirando al frente, mientras los otros dos reían y se mofaban de Blood, Kael encendía la unidad, dispuestos a ir al punto de guardia, si no es que pasaba algo mas antes.

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