lunes, 29 de junio de 2009

Epitafio de una tumba sin nombre

Como todo héroe anónimo, como toda persona demasiado grande como para poder gravar sus nombres en el frio mármol de una lapida, este epitafio no tiene nombre, no sabría que decir para poder abarcar una vida como la tuya, tal vez solo diga “Hermana, hija y esposa ejemplar” no lo se, la muerte es algo tan vago y doloroso que pocos la pueden describir, es tan opresiva que nos deja el pecho comprimido contra nuestras almas, esto esta escrito por lo que fue, por lo que es y por lo que pudo haber sido, esto es algo indigno de mi bitácora, esto, tiene mas sentido que el acostumbrado entre estas paginas y lamentablemente es tu epitafio…


Haremos un réquiem por tu vida, que fue solo un sueño para muchos, un sueño en el que yo, por suerte, estuve incluido. Hoy me siento culpable, por no retenerte, por no decirte la verdad, se que probablemente no sabré de ti en un tiempo y espero de todo corazón, que no tenga que gravar en una lapida de pálido mármol como tu piel “Hija, hermana y esposa ejemplar.” no se con certeza que otra cosa gravar con el cincel, la verdad no quiero escribir nada en la roca, quiero que regreses con un suspiro y que todo aquel pensamiento que empuja mis dedos a decir esto desaparezca, en verdad no quiero escribir, pero no se si hay otra forma de sacar esto, tampoco se con certeza si habrá una tumba para tu cuerpo, espero de todo corazón que si paso, haya sido una muerte rápida y no como las cosas que pasaron por mi mente en cuanto supe que te ibas, pero eres necia mi pequeña, no cambiaste de opinión, y mientras mis pensamientos me gritaban que te retuviera, mis labios solo podían decir, “es tu decisión” no sabes cuanto me arrepiento de ello, la verdad no sabes cuanto, y espero que algún día lo sepas, se que hay culpables de lo que paso, se que eso no debió de ser así, eres (si, nunca morirás para mi) una mujer que merecía mucho mas de lo que tuvo, maldigo al destino por repartir tan injustamente su tajada contigo, espero de todo corazón que seas libre ahora pequeña Sin. Se que eso es fatalista, pero tengo que decirlo, me siento culpable de una pena que desconozco, de no poder ayudar en lo que necesitabas, por no estar ahí, por quedarme callado en lo que presentía, seria la ultima vez que hablaríamos, pero se, que si fuera necesario, podría poner “Esposa, hija y hermana ejemplar.”

No hay comentarios.: