domingo, 23 de agosto de 2009

Historia de amor (16)

Javier salió antes del cuarto de baño, Sophia tendría que secarse el cabello y peinarlo un poco, sin contar el vestirse, Javier nunca entendió porque las mujeres tardan tanto, pero el resultado siempre era de su agrado, aquel domingo el no pensaba salir de la casa, así que fue a la cocina y con un poco de fuego preparo el desayuno caliente, era un desayuno rápido, pero a el le gustaba, huevos estrellados sobre un pan tostado, lleno dos vasos con jugo de naranja y una taza de café, esta ultima fue tomada entre sus manos mientras el andaba por ahí en calzoncillos esperando que Sophia saliera de la recamara, el salió al balcón a ver el mar, se veía perfectamente la bahía dese ahí, tanteo en busca de los bolsillos, cosa poco probable encontrar si andas por ahí en ropa interior, así que los cigarrillos tendrán que esperar, la taza humeante en sus manos era probada ocasionalmente, pareciera que era un pequeño robot con un solo movimiento programado, el de tomar de la taza de café, no se movía para ninguna otra cosa, los músculos estaban tensos como casi siempre.


Sophia se peinaba el cabello frente al espejo, sonriente y cantando suavemente una melodía de Sabina, cuando termino con su cabello, y el cuerpo aun enrolladlo en la toalla, fue a la habitación, no sabia los planes de Javier, pero seguro ahora estaría con el café en la mano y el desayuno preparado, así, que buscando en el guarda ropa algo adecuado, no sabia que, así que solamente un bra con un top blanco y un pequeño short del mismo color sin bikini, así, con unas sandalias con pequeño tacón salió en busca de su prometido, no lo encontró en la cocina, pero con el otro balcón abierto supuso donde estaba, salió a buscarlo y le abrazo por la espalda, sus ojos apenas podían ver por sobre su hombro sin las sandalias de tacón, beso la piel desnuda de la espalda en varios sitios, antes de apretarlo con fuerza,

-A desayunar pequeña.- Dijo el girándose, para besarla en los labios, le dio una pequeña nalgada para que se separara. – Anda que se enfría.-

-Ya voy.- dijo coqueta, separándose para darle la espalda y caminar frente a el, sabiendo que el le miraría la parte donde la espalda pierde su nombre, el short se metía un poco entre sus nalgas, pavoneándose frente a el para ir a sentarse en la mesa con el desayuno servido.

Javier se levanto cuando ella lo hizo con los platos sucios en mano a lavarlos, fue a la habitación a ponerse un pantalón deportivo y una playera sin mangas ambos en tonos negros, los tenis deportivos completaban el atavió del mismo tono, ahora si tenia los cigarrillos en los bolsillos, pero fiel a su costumbre, no encendió ninguno dentro de la casa, la veía recargado en el marco de la puerta lavar la loza, sabia que ella respingaba el traserito provocándolo, y el caía, caía redondo en el plan de seducción.

-Cuando acabes vamos por unas pelis y algo de comer.-

-Si me dejas cambiarme.- Dice ella mirando sobre su hombro, no pensaba salir así, estaba así para que solo el la viera.

-No, vamos así, quiero regresar rápido.- Los ojos de Sophia mostraban la mueca de enfado que sus morritos dibujaban, mientras el le miraba divertido.-Anda, termina eso para ir.-

-Me voy a cambiar.- Dijo en cuanto termino el ultimo trasto, queriendo pasar por un lado de Javier que cerro el camino con un brazo, mirándola a los ojos.

-Vamos, quiero presumirte.-

-Pero amor, no quiero salir así.- El tono de infantil berrinche saco una sonrisa al hombre.

-Vamos.- Un morrito infantil y la mirada baja dio por enterado que saldría así, el sonrió divertido, abriendo la puerta del departamento para cederle el paso, ella paso frente a el, sintiendo el cachete en el culo por lo que dio un respingo, mirándole sonriente sobre su hombro, a ella le gustaba que el quisiera presumirla y se sentía segura a su lado.


Fueron caminando, cosa que a ella no le agrado mucho mas de uno se le quedaba mirando, mas cuando Javier se quedaba atrás unos pasos, los suficientes para que pensaran que iba sola, cuando ella le volteaba a ver el sonreía, a momentos la tomaba de la cintura y camina a su lado, otras, le deja caminar sola, Sophia llego caminando sola al video, claro, con la mirada atenta de el a cada paso, no dejaba que ninguno se le acercara, cuando ambos escogían pelis, Sophia se agachaba sin dólar las rodillas, dejando que el viera su culo en pompa y cualquiera que pasara cerca, claro, la chica que atendía el local solo les miraba y negaba con la cabeza, por suerte aun era temprano y no había nadie mas, solo Javier que le dio un cachete en una de sus agachadas para “ver” una película, ella sonrió, mirándole, escogiendo cada uno un par, salieron de ahí de regreso al lugar donde ya no pretendían salir.

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